Brenda Navarro, escritora mexicana, llegó a Medellín para encontrarse con los estudiantes de la I.E. José Roberto Vásquez, en el barrio Campo Valdés. Socióloga y economista feminista, con estudios en género en la Universidad de Barcelona, Navarro ha trabajado como reportera, guionista y editora, además de fundar el proyecto #EnjambreLiterario para visibilizar la escritura de mujeres. Sus libros Casas vacías y Cenizas en la boca, publicados por Sexto Piso, han despertado conversaciones urgentes sobre maternidad, violencias y silencios contemporáneos.
El recibimiento fue en el patio central del colegio, rodeado por las montañas de la zona nororiental de la ciudad, desde donde se alcanza a ver el Coltejer. Allí, todos los estudiantes de bachillerato la esperaban y un grupo de ellos la sorprendió con un baile de tango, esa música que en Medellín se ha vuelto herencia, memoria y resistencia cultural. Entre aplausos y sonrisas, el ambiente preparó el terreno para el diálogo.
Más tarde, Navarro compartió con los estudiantes de noveno, décimo y once que habían leído Casas vacías. De la lectura surgieron preguntas sobre la maternidad, la violencia y las formas de relacionarse, inquietudes que sorprendieron y emocionaron a la autora. Notó en los jóvenes —mujeres y hombres— un pensamiento crítico y sensible frente a las realidades que atraviesan su vida cotidiana. Durante toda la charla, una estudiante dibujó un retrato de la escritora que le regaló al finalizar el encuentro.
“Estoy muy contenta porque escuché a una juventud llena de vida, con preguntas súper inteligentes, con muchísimo entusiasmo. Me parece que es una de las actividades de ejercicio de derechos culturales más importantes. Invito a todas las personas a apoyarlo y que todas las autoras tengan la bendición que tuve yo de vivir este tipo de experiencia”, expresó Brenda Navarro al despedirse, con una sonrisa amplia y el retrato entre las manos.