“Escribir es un acto natural en mi vida, casi como ir al baño”
La búsqueda de umbrales entre lo ficticio y lo real, historias con múltiples tramas y propuestas disruptivas, son algunos rasgos que caracterizan la producción literaria de Mika Nivola, uno de los invitados en el mes de junio a Si una lectura en voz alta… Un sueño.
Por: Valentina Correa – Danilo Arias
Su corta edad fue el primer paso para querer saber más de él. Con tan solo 21 años lleva un recorrido entre las letras y la imagen mucho más amplio que muchos de su edad. Escribe cuentos que lo hacen volar por espacios que son difíciles de separar entre la fantasía y la realidad.
“Desde pequeño sentía la necesidad de exteriorizar lo que pensaba, sentía que los pensamientos eran algo como gelatinoso, algo coloidal, pero se quedaban en ese mundo abstracto que uno no podía tocar; sentí que debía ponerlos en algún lado material donde pudiera verlos y pudiera volver a hacerles preguntas”, explica así Mika su inclinación por las letras.
Su voz gruesa que se asemeja a la de un locutor, su cara joven y relajada que aún no se ve marcada por los años y una sonrisa nerviosa es lo primero que me encontré en él al hacer contacto por primera vez a través de una videollamada. Creo que en mi mente preparé muchas historias alrededor del nombre, pero jamás habría llegado a la verdadera. Por eso mi primera pregunta fue: ¿Por qué llamarse Mika Nivola y no Miguel García?
El Nivola se lo debe a Miguel de Unamuno, el escritor español con el que tuvo un acercamiento especial a través de una de sus obras llamada Niebla. Cuenta que le sorprendió cómo en este relato su personaje principal constantemente se hacía preguntas e incluso en un momento decidió ir donde su mismo autor para hablar con él. “Eso me pareció increíble y pienso que genera un cuestionamiento sobre el umbral de la ficción y la no ficción”, destaca Mika, quien recuerda que posteriormente se encontró otro texto de Unamuno en el que afirmaba que no escribía novelas sino ‘nivolas’. El carácter transgresor y experimental no solo de su obra, sino de la misma palabra lo llevaron a acogerla como seudónimo; y luego, Mika, es Miguel en el alfabeto ruso.
A parte de las cualidades que ya había visto en el perfil que leí de él antes de nuestro encuentro, descubro poco a poco en sus palabras que lleva el drama y el misterio que tenía Pessoa con sus heterónimos, en donde cada uno de ellos eran portadores de una personalidad completamente armada y creíble.
“Mi producción es muy absurda y ahí le agradezco también a Kafka que ha influido porque más allá de una trama concisa, de una trama donde uno cuente con un inicio, un nudo y un desenlace, me gusta que al mismo tiempo de que suceda una trama haya un cuestionamiento sobre la realidad; lo que puede ser ficticio y lo que puede ser real. Si algo me gustaría dejar de manifiesto en lo que escribo es ese juego que puede permitir el contar historias que no se reducen, universos que dentro de ellos mismos se releen y no tienen un umbral claro”, dice Nivola frente a ese sello propio al que muchos escritores aspiran, y que quisiera dejar marcado en quienes se acercan a sus letras.
La sutileza y delicadeza de sus palabras y lo impecable que es al hablar, también es perceptible por el lugar que eligió para conversar; a su espalda se podía ver una pared empapelada de color café claro y un grabado moderno color gris, una de esas instalaciones que están de moda y le dan color y vida a todos los espacios; también, una luz que le generaba amplitud, esa misma que deja ver la forma en que los libros han pasado y transformado su corta carrera.
Su abuelo marcó el amor por la lectura y su tía le regaló las primeras historias, esas que hasta hoy lo han marcado en su camino como escritor. ¿Cómo es posible que un niño lo primero que lea sea una antología de relatos de terror de Lovecraft, una obra de Maupassant o Louis Stevenson? Luego pasó a los rusos, en especial con Gogol y Dostoievski a quienes veía de una manera disruptiva en sus propuestas; el primero por lo absurdo para la épocas de muchos acontecimientos en sus historias y el segundo por la complejidad mental de sus personajes. Durante otro tiempo también leyó a los franceses. Le ha gustado explorar, mirar diferentes autores y formas de crear.
Si bien es un escritor joven, deja ver en su lenguaje el bagaje de un adulto a quien ha marcado la vida con sus historias y la necesidad de contar lo que le pasa por la mente. De una forma muy visual es su manera de percibir el mundo y aquello que lo conduce a encontrarse con las letras es la traducción que encuentra entre la imagen y la palabra.
“Constantemente hago el ejercicio de traducir imágenes a palabras porque muchas veces no es tan fácil. Uno tiene una noción que está por allá enterrada en algún lado y traducirla a una imagen o a una palabra concisa es un camino largo. El cine también ha estado ahí desde muy pequeño y se ha constituido como una manera de contar a la hora de describir escenas y personajes”, aclara Mika, quien actualmente adelanta estudios de cine en el Instituto Tecnológico Metropolitano en Medellín.
Después de casi una hora hablando sobre su vida y su obra, le pregunto por las diásporas, la temática de este año para los Eventos del Libro y la Cultura, y cómo él cree que la palabra migra en su vida como escritor. Él manifiesta que la literatura y las artes en general lo convierten en un “ciudadano del mundo” porque le resulta increíble estar en Colombia , leer algo que escribieron al otro lado del mundo y sentirse tan identificado, sentir que entra en un diálogo con ese autor.
“Me gusta creer que no hay naciones, que todos hacemos parte de una misma emoción, una misma sensibilidad que es justamente la humanidad. Uno inevitablemente va estar en trayectos y eso lo hace a uno un migrante, toda la vida. Lo que hace el arte y la escritura es permitirle a uno reconocer hacia dónde está migrando y reconocer que está teniendo una búsqueda, eso está dentro de todos nosotros y eso es precisamente lo que nos acerca a las posibilidades de exponer estas apuestas que tenemos”, expresa Mika quien estará el próximo martes 23 de junio a las 7:00 p. m. a través del canal de Youtube de Eventos del Libro compartiendo fragmentos de algunas de sus obras y algunas de sus experiencias alrededor de las letras en la actividad Si una lectura en voz alta… Un sueño.