Fabio Morábito, poeta, narrador y ensayista italo-mexicano, llegó a la Institución Educativa Fe y Alegría San José, en el barrio Robledo Aures, para encontrarse con los estudiantes de bachillerato que lo habían adoptado en la Fiesta del Libro y la Cultura. Nacido en Egipto en 1955 y autor de una obra literaria escrita en español —aunque su lengua materna es el italiano—, Morábito ha sido reconocido con premios como el Aguascalientes, el Xavier Villaurrutia y el Roger Caillois. Entre sus libros más recientes se encuentra Canción segunda (Visor, 2024), una muestra de su voz poética precisa y deslumbrante.
La institución lo recibió con un cartel de bienvenida en el que se leía su nombre, rodeado de ilustraciones hechas por los estudiantes a partir de sus cuentos. También había pequeñas maquetas que recreaban escenas de sus obras, instaladas con cuidado en el salón donde lo esperaban. Todo estaba dispuesto para que el escritor encontrara un espacio vivo y lleno de lecturas propias.
Los estudiantes, atentos y curiosos, habían preparado algunas preguntas, pero pronto se animaron a improvisar y a conversar de manera más espontánea con el autor. Le preguntaron qué significaba para él ser escritor, cuántos libros había publicado y cuál era su propuesta dentro de la literatura. La timidez inicial se disipó al descubrir el tono tranquilo de Morábito, y lo que comenzó como un cuestionario se convirtió en un diálogo cercano y lleno de interés.
“Invitar a escritores es una buena iniciativa porque los libros siempre nos dan miedo cuando somos pequeños, nos parecen objetos misteriosos, impenetrables. Y si vemos en carne viva a quienes los escribieron nos damos cuenta de que no, de que son fruto de una actividad humana como cualquier otra”, expresó el autor al finalizar la jornada. Entre aplausos y sonrisas, se despidió de los jóvenes, agradecido y con la certeza de que la literatura, cuando se comparte, puede dejar de ser misterio para convertirse en compañía.