En medio de la oscuridad de estos tiempos encuentro una luz en la frase de Irene Vallejo refiriéndose a la escritora Emilia Pardo Bazán: fue siempre una mujer de palabras tomar. La evocación está llena de poesía, es poderosa, sabia, debería convertirse en el faro de todas las mujeres, y de todos los hombres, para conformar un ejército especial con un arma poderosa, la palabra.
Pero no cualquier palabra. Si queremos sanar, reconstruir o dialogar, debemos buscarle su color, porque las palabras lo tienen.
Algunas nos remiten a un color más cálido. Sol, tierra, agua, amor, luna, abrazo, familia, amigos, compasión.
Otras tienen el color del miedo. Guerra, grito, fuerza, llanto, sangre, odio, soberbia.
Con las palabras tejemos lazos o los rompemos. Quedan en el aire, en la memoria, en el corazón, y también en los libros.
Los libros las abrazan, las cuestionan, las provocan.
Durante 15 años hemos celebrado las palabras de distintas formas. Hemos viajado con ellas, cruzado fronteras, traspasado los umbrales del tiempo, adoptado autores, formado lectores, intercambiado ideas y generado pasiones.
Hoy, en medio del dolor y la esperanza, evocamos las palabras. Y repentinamente, cual hadas salvadoras, surgen éstas para acompañarnos en los encuentros del libro durante el año 2021.
Ana Piedad Jaramillo Directora de los Eventos del Libro