La experiencia de adoptar a un autor

La espera había terminado. Estudiantes y profesores de los grados cuarto y quinto de la Institución Educativa Rafael García Herreros, en Robledo, estaban listos para recibir con carteles, bombas y aplausos al escritor Juan Carlos Restrepo Rivas, quien muy puntual llegó a su cita con la institución que lo había adoptado.

Cuando ingresó el ambiente era festivo, se veía la emoción y la alegría en el rostro de los menores que durante dos meses y medio se prepararon para este gran encuentro literario y que esperaban pasar una mañana diferente en compañía del autor de Somos igualitos, obra que habían leído y representado, creativamente, con fotografías e ilustraciones.

Durante dos horas Juan Carlos compartió con los pequeños historias de su vida y ellos no dejaron pasar la oportunidad para conocer detalles de sus libros. Le preguntaron, por ejemplo, qué lo había inspirado a escribir el libro que leyeron y él les contó, entre risas, que fue su pequeña hija quien en una ocasión al ver que vestían camisas parecidas le dijo: “mira pá, somos igualitos”. Ese momento lo conmovió mucho y a su vez, lo animó a construir este relato en el que los protagonistas son una rana y un perroespín con algo en común: algo les pica.

La mañana avanzaba y continuaban las sorpresas. La profesora, en representación de sus pupilos, le entregó las llaves de un baúl que ellos mismos armaron y decoraron en clase de manualidades. En su interior encontró, entre otras cosas, figuras de animales –algunos en vía de extinción– y unas palabras de agradecimiento que leyó entusiasmado: “Gracias porque con su libro se convirtió en un comunicador, un promotor visual y un gestor cultural”.

Al final, en el salón donde tuvo lugar este encuentro cercano entre el autor y sus lectores, sobresalieron los aplausos y no faltaron las fotos individuales y grupales con el ser que a través de sus letras los llevó a mirarse a sí mismos y a reconocerse en la propia piel.

Gracias a la estrategia ‘Adopta a un autor’ Juan Carlos no será el único privilegiado en vivir esta experiencia; desde el pasado 19 de agosto, y hasta mediados de octubre, más de 80 escritores –internacionales, nacionales y locales– tendrán la oportunidad de compartir un momento inolvidable con los estudiantes y profesores de una institución educativa pública o privada, los miembros de un club de lectura de una biblioteca u otras personas vinculadas a una entidad cultural y apasionadas por las letras.

Algunos serán acogidos en los parques educativos de diez municipios antioqueños: Cáceres, Briceño, Santa Rosa, Girardota, Copacabana, El Carmen de Viboral, Guatapé, San Carlos, San Francisco y Sonsón.

Esta iniciativa, desarrollada desde hace tres años por la Fiesta, es una herramienta atractiva y dinámica para fomentar la lectura entre niños y jóvenes y, asimismo, impulsar la escritura porque ese momento donde el  escritor se muestra tan humano como todos, podría despertar en los lectores el interés por crear y plasmar sus propias historias.

‘Adopta a un autor’ es posible gracias al Plan Municipal Medellín Lectura Viva y la Secretaría de Educación de Medellín. Y claro, no sería una realidad sin el compromiso y dedicación de los gestores de lectura del Sistema de Bibliotecas que desde el principio se ponen a disposición de los docentes y las directivas de las instituciones para orientar el ejercicio de lectura de la obra del autor que adoptan y, a su vez, animarlos para que entre todos –chicos y grandes– preparen la mejor actividad con la que darán la bienvenida al invitado especial que con su escritura los lleva a otros lugares.